Arde una vivienda en el edificio Flex de Las Palmas de Gran Canaria en el 50 aniversario del incendio de la fábrica

El fuego, que pudo originarse en una regleta, obliga a desalojar a 40 personas

Las llamas devoraron el inmueble en 1974 cuando era una colchonería

Arde una vivienda en el edificio Flex de Las Palmas de Gran Canarias

La Provincia

Era un 15 de noviembre de 1974. Las agujas del reloj todavía no habían marcado las 15.30 horas cuando las alarmas saltaron. Un incendio acababa de desatarse en el edificio Flex que, por aquel entonces, era, en su amplia mayoría, una fábrica de colchones, aunque en las plantas superiores contaba con viviendas. El fuego amagó con calcinar toda la estructura, pero con los días se supo que había afectado, sobre todo, a la tercera y cuarta plantas del inmueble. 

Este domingo, el calendario marcó el 21 de abril de 2024; 16.45 horas, aproximadamente, y la historia amenazó con repetirse. Un incendio se desató en una vivienda de la cuarta planta de esta edificación ubicada en la confluencia de paseo de Chil con Salvador Manrique de Lara.

Las llamas, aunque todavía está en investigación, se habrían desatado en el salón del domicilio, posiblemente, debidas a un fallo eléctrico en una regleta. Los moradores lograron dar la voz de alarma y llamaron al 112 al percatarse del olor a quemado y el inicio del humo.

Incendio en una vivienda del edificio Flex

La Provincia

Hasta el lugar se desplazaron Bomberos de Las Palmas de Gran Canaria del parque zonal de la Isleta (con el apoyo del parque de Miller), Policía Local, Policía Nacional y sanitarios del Servicio de Urgencias de Canarias (SUC), en preventivo, ya que afortunadamente no hubo que lamentar heridos y solo se produjeron daños materiales.

«Nos alertan del fuego en una vivienda de la cuarta planta y de que hay personas atrapadas en la caja de la escalera», explica sobre cómo ocurrió la intervención el sargento de guardia de Bomberos, Amado Guerra. Los vecinos de la casa afectada por el fuego salieron de ella antes de que se desatasen las llamas y de que llegasen los equipos de emergencias.

«La persona de la escalera solo tenía un calentón en la mano, pero no estaba quemada. Sufrió ansiedad y nervios por la situación», continúa el sargento. La evacuaron, al igual que la mayoría de moradores del edificio, que ya habían recibido la orden de salir. En total, unos 40 habitantes del Flex fueron desalojados y unas seis personas, mayores, fueron confinadas en las viviendas por orden del equipo de rescate de Bomberos. 

Familias de empleados

«Procedimos a la extinción del fuego, que afectó sobre todo al salón y el pasillo del vestíbulo de entrada. No hubo ningún herido», añade Guerra. Tuvieron que utilizar unos 2.000 litros de agua para sofocar las llamas por completo. Tras esto, ventilaron, limpiaron y realojaron a los vecinos.

La historia es cíclica, dicen. Hace 50 años, los Bomberos desalojaron a ocho familias de empleados de la fábrica que ocupaban viviendas de la tercera planta. El fuego avanzaba con virulencia debido a la cantidad de gomaespuma almacenada, recuerdan las crónicas de la época. «Algunos empleados tuvieron que lanzarse por las ventanas sobre las lonas extendidas por los bomberos», puede leerse en el ejemplar del 16 de noviembre de 1974 del Diario de Las Palmas. Medio siglo después, el susto sobrecogió a los habitantes del número 295 del paseo de Chil.